El nuevo ciclo astrológico. Equinoccios.

El nuevo año astrológico… ¿Nosotros, pa’ cuándo?

 Hola a todos, hoy quiero informarles que estamos a días, de cerrar la postrera, puerta astrológica del 2021. Quién lo iba a decir, algunos sobrevivimos y aquí seguimos, con nuestros encuentros.

Continuamos ocupando un espacio en este universo. Desde luego, esta maestra que conocemos como tierra, nos lleva de hito en hito, desde hace 3 años .

¡Que coraje tiene nuestro pedacito de mundo! sigue soportando, las embestidas del tiempo…

Hoy, nuestra cotidianidad es un ovillo, un enredo, un desbalance, realmente, un desequilibrio.

Pareciera que los nodos lunares, estuvieran domiciliado en el eje de los valores, y que los signos activados, fueran tauro y escorpio, dos signos fijos que hay que darles con un martillo por la cabeza,  con la esperanza, de que el chichón sea tan doloroso, que les enseñe a tomar buenas decisiones.

Tengo fe, en que esta posición de los nodos nos ayude a valorar y transformar todo aquello que sea necesario, para el bien y por el bien, de la humanidad…

Escrito lo anterior, quiero darle su merecido espacio a este nuevo año astrológico, 2022.

El 20 de marzo, se abre la primera puerta astrológica del año, en sus dos dimensiones.

Una dimensión representada por el Equinoccio de Primavera en el hemisferio Norte, donde  la magia nos regala al día y la noche entrelazados en un solo tiempo, acoplándose en una danza continua, en la que a finales de junio les sorprenderá el verano boreal.

La otra dimensión, representada por el Equinoccio de Otoño en el hemisferio Sur.

Aquí, la magia del tiempo, también se entrelazará demostrando una vez más, que, a pesar de todas nuestras diferencias, ese día, tendrá siempre la misma duración que la noche, en todos los lugares de la tierra. Esta magia sorprenderá con atardeceres mas cortos en este cono, hasta finales de junio, cuando el invierno austral haga pininos, para la nueva estación.

El desplazamiento del Sol, al signo de Aries, estará aderezado con la influencia de una luna menguado, en el signo de Libra.

Buen momento para que la fuerza de las aguas, lejos de calentarse, utilicen su poder para calmar al dios de la guerra, aplaquen los conflictos y tengamos una estación con la visión clara de un campo, donde las primeras semillas, empiecen a dar sus frutos.

Las estaciones cambian año tras año balanceando las polaridades, los planetas se desplazan en la eclíptica, marcando periodos.

La luna cumple sus fases, mes a mes. El Sol, determina el amanecer y el anochecer.

Ninguno de estos sistemas se detiene, ninguno, piensa. No poseen la capacidad de decidir. Simplemente son y entregan lo que necesitamos, para vivir.

Reflexiono:

Si el universo, continua su ritmo cíclico y no lo sabe, porque no «tiene» consciencia.

Si la tierra, sigue brindándonos todo lo que posee, porque no tiene libre albedrio.

Si el sol, nos regala su luz y la luna nos regala su magia, porque no tienen opciones.

Entonces, ¿Nosotros, pa´cuando?

¿Dónde nos perdimos como humanidad?

Dinorah Lugo.

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