Niños de Tauro

Si se fijan en los dibujos que publiqué, de este signo, hay una diferencia: Ella es toda una princesa, donde se refleja el exquisito gusto por todo su entorno. Y, él es un hermoso y fuerte personaje, de ojos soñadores, que expresa su furia de manera inconsciente, pero visible.

¿Por qué estas características? Porque los niños de Tauro están regidos por el planeta venus. Y, en ambos casos, la belleza y la rabia se manifiestan de una forma particular, a través de la energía que caracteriza al mismo.

Los niños nativos del signo de Tauro duermen mucho y tienen un carácter apacible. Disfrutan del silencio, la comida y las experiencias que estimulan sus sentidos con delicadeza.

Les gusta examinar los objetos de su entorno, no sólo los observan, sino que los tocan, olfatean, verifican si emite sonido o tiene algún sabor.

A los toritos, los llamo así porque el toro es el animal que representa el signo, es preciso establecer rutinas diarias a fin de desarrollar su sentido de seguridad. De lo contrario, puede provocarles una fuerte dependencia hacia la figura materna más cercana (madre, abuela, tía).

Los niños Tauro llevan todo a su propio tiempo, así que no traten de forzarles a hacer algo rápido, porque despertarán su conocida terquedad.

Les gustan los mimos y los juegos cariñosos, recibir masajes y los paseos al aire libre.

Es esencial tomar en consideración su inclinación e interés por las actividades artísticas, durante su proceso educativo. Hay que incentivarlos y desplegarlos a los temas que les gusta (música, espacios para danzar, lienzos, rompecabezas, etc.).

No son muy dados al ejercicio, les gusta los deportes individuales: la esgrima, el surf, por ejemplo, se les daría de maravilla.

También pueden motivarlos a participar realizando caminatas por el parque, pues entrarán en contacto con la naturaleza de su signo. Eso evitará que caigan en la pereza, algo que siempre ronda a los nativos de este signo.

Hay que enseñarles a experimentar con la comida y los sabores, al igual que, cómo elegir productos saludables para su dieta, pues tienen tendencia, a comer demasiado.

Les encanta los buenos jabones, las buenas colonias y largos baños, tienen que manejar sus tendencias venusinas no vaya a ser que el placer de obtener buenas cosas los convierta en seres caprichosos y obstinados.

Otro punto importante, es brindarles las herramientas para combatir el apego, material y emocional.

La lección más difícil para los posesivos Tauro es aprender a amar en libertad, y que la independencia no implica rechazo.

Así que, de esta manera, los niños de Tauro podrán ser seguros, armónicos y dinámicos.